sabato, novembre 12, 2011

El mito

Una esperanza, una aglutinación de experiencias y ensueños recogidos durante las tardes del verano, sonrisas y el sonido del mar.

Palabras que se las llevó el viento pero que en la mente quedaron, recuerdos que se fijaron hasta el tuétano, hasta la misma médula que nos levanta, mueve y conmueve.

Expectativas sumándose, se vuelven a sentir y a ver los impulsos que nacieron durante aquellos impecables atardeceres que se sumergieron entre las olas del mar del pacífico. Dicen que hice un largo viaje, que navegué lejos, más allá, pero en el mar del golfo de México me fui a refugiar. A establecer, a establecer me, a establecer nos, a ser y a estar, con total consciencia de ser y querer ser y querer recuperar inimaginábles horizontes de luz infinita.

Cierro los ojos y vuelvo a soñar un futuro diferente, mejor. Donde hemos recuperado nuestra presencia, nuestra intención, nuestros deseos, nuestras esperanzas, no estos supuestos de inagotables hidrocarburos y crecimiento, progreso, modernidad, desarrollo.

Si en mi mente antes pensaba en el desarrollo como una etapa interrumpida de un proceso, como una incapacidad de participar, una incapacidad de recordar, una incapacidad de tener y una incapacidad de compartir, ahora he superado esa miopía, veo algunas cosas más. Me encuentro nuevamente con los supuestos tóxicos de un culto satánico de confianzas que se venden, gasolinas, ruido y humos. Satanás, Luzbel, la serpienta antigua, entre los tiempos. Materialmente hablando, en los orígenes más profundos de todo lo que existe, se manifiesta el cabello enredado, los carnosos muslos, las suaves pantorillas, los dulces pies y dedos. Esta es la persuasividad de Afrodita. Afrodita completa, Eros moviéndolo todo, desde las olas del mar hasta la temperatura que se me manifiesta. Expuesto a las fatales flechas que imponen cambios y rompimientos necesarios de debilidades, sea donde sea que me encuentre, habré de sentir el viento que sopla desde diferentes lugares, y en donde sea que me golpee el viento, ahí será un centro. En este centro estoy yo y estamos todos y está todo. Y lamento no poder "Poner comillas" o subrayar o en cursivas EXCLAMAR que lo bueno apenas comienza y hay que saber hacia donde queremos ir.

Hermes y Zeus llegaron como huéspedes...
Baucis et Philemon aspettano...