giovedì, maggio 09, 2013

Del vacío entre nosotros

Hay veces que confundimos el vacío que puede haber entre nosotros
con una infinita tristeza, y contagiamos esa melancolía a todos los átomos
a todas las partículas que nos rodean.
No nos logramos dar cuenta que como pequeñas burbujas que participan en una gran mancha de espuma, espuma de mar, espuma de jabón, espuma inocente,
nos tocamos desde muchas partes, sin saberlo, sin darnos cuenta.

Pero el contacto ahí está, ahí está tejiéndose la relación
aunque no la podamos ver.
El receptáculo de nuestras ilusiones, aunque sea invisible
no desaparece, no se vuelve estéril o inexistente.

La inexistencia es una condición no permitida en este universo.
- tantas capas de ilusión, tantos vórtices energéticos, tantos campos cuánticos -
Aunque la flama de la vela se apague, sigue ardiendo,
su imagen ha quedado sellada en una parcela del universo
en esas dimensiones ocultas a nuestros cinco sentidos.

Dicen que más vale cerrar las cavidades, vaciar el corazón y la mente,
que de esa manera será posible alcanzar lo inmutable o el eterno movimiento.
Pero ya hay tan pocos que lo dicen, en realidad, ya no lo dicen.
Lo hacen a escondidas, tomando refugio de los gritos de una "modernidad" aplastante,
que todo quiere uniformar, estandarizar y monetarizar. Hacer acotable, medible, reducible,
a unos cuantas medidas convencionales que hoy son la gran tendencia,
pero que mañana no serán ni polvo.

Por eso se retiran del mundo. Se vuelven parte de utopías piratas de corta vida pero placentera existencia, o de comunidades ortodoxas de hábitos reservados y frugales, miradas esquivas, o tal vez se quedan entre nosotros, pero nosotros no podemos ver a nadie así, pensando así, sintiendo así, gritando así.

Por eso tenemos que cambiar.

Pasar de la comprensión del vacío en nosotros como una carencia,
para empezar a cultivar el vacío como la potencia, como la fuerza aglutinante que le daría utilidad a nuestra vida. Plenamente vacíos de todas las categorías impuestas, volveremos a ser nosotros mismos.

Y así nos reconoceremos. Y así sabremos,
que hacemos aquí.

Nessun commento: